Mi primer día de soledad

Mi primer día de soledad, aquí llegó. Uff, ahora sí. Ahora sí. Estoy solita y no sé ni como sentirme. Mi princesa comenzó en el colegio a tiempo completo. Hoy Lunes es mi primer día sola en casa. Y estoy como gallina que no tiene cabeza. A pesar de que tengo una lista de cosas que hacer: recoger, limpiar, trabajar en el sitio web, ver tele, dormir, lavar ropa, no sé que hacer. Por que de ahora en adelante la vida no es la misma. Ya no tengo quien me acompañe (los que me conocen saben que odio la soledad), pero lo más doloroso es el cambio. NO ME GUSTAN LOS CAMBIOS. Pensar que ya mis niños poco a poco me van necesitando menos. Ahora el tiempo pasa más rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya estarán aplicando a universidades…

¿DRAMÁTICA?

Un poco. Pero es la realidad. El tiempo no pasa en vano y aunque a veces miro a mi esposo y me siento como si todavía vivimos en nuestros 20s’ la realidad es que ya estamos más cerca de los 40s’. Mis hijos son lo más que me llena en la vida y estar sin ellos es super doloroso. Este verano me abrió los ojos de tantas formas. (Si quieres leer lo que sucedió, aquí te comparto el enlace) . Lo primero es que no podemos controlar nada de lo que pasa. Aveces queremos controlarlo todo y es imposible. O una “pajita en la leche” como dicen en Puerto Rico. Y no podemos hacer nada al respecto, solo vivir.

Debo admitir que a pesar de lo que pasó con mi hijo, que casi pierde la vida, estoy feliz que esté de regreso en el salón de clases. ¿Por que? Por que por lo menos se que por 7 horas va a estar en un escritorio sentado aprendiendo y no tratando de desafiar la suerte. Creo que también para Grace es super bueno que vaya y aprenda a socializar con nuevas personitas. Ella es bien apegada a sus hermanos por que es con quien único comparte. Para los niños a esa edad es super importante socializar. Su pre-escolar es basado en juegos y gracias a Dios tiene la misma maestra que tuvieron sus hermanos, por lo tanto aunque se quedó atacada llorando, se que está en buenas manos. Y se que cuando termine el año va a querer volver.

¿Otro bebé?

No miento, estos momentos de soledad hacen que mi útero duela. Las ganas de tener otro bebé no se van, pero creo que nuestra familia está completa por ahora. Y creo que me debo tiempo a mi. A ponerme al día, a arreglar mi hogar y a atender a mi esposo. Tengo muchos proyectos que quiero completar y ahora es el momento perfecto para dedicarme a eso.

Bueno con eso las dejo. Se que es un blah blah blah, pero quería escribir lo que siento en estos momentos.

Por favor, cuentenme, ¿que hacen cuando hay cambios significativos en sus vidas?